La Arepería

Arepa

La arepa es un alimento de origen precolombino, hecho a base de masa de maíz seco molido o de harina de maíz precocida, de forma circular y aplanada. Es conocida bajo ese nombre en Colombia y Venezuela, y es consumida de manera tradicional en las gastronomías de estos países.
Debido a los intercambios migratorios, también se han difundido su receta a otros destinos como Islas Canarias, Miami y Nueva York. Las arepas guardan similitud con las pupusas, gorditas y tortillas de Centroamérica y México, así como con las tortillas de maíz de Ecuador​ y las tortillas de maíz panameñas.

Etimología

Una etimología popular sugerida por el académico venezolano Mariano Picón Salas mantiene que la palabra arepa proviene de la voz erepa, que significaba maíz para la etnia extinguida de los cumanagotos. Sin embargo, los registros más antiguos de la palabra indican que diferentes pueblos indígenas en Colombia y Venezuela ya usaban la palabra arepa para referirse a un alimento a base de maíz cuando los europeos llegaron al continente, por lo cual esta etimología es poco probable. La voz arepa es aceptada por la Real Academia Española en 1884.
La arepa era denominada tijitafun por los indígenas guanes, en el actual departamento de Santander, Colombia. Desde 1986 en ese país se industrializa para el mercado de exportación la variante de arepa de maíz pelado (no confundir con pilado).
La referencia más antigua al vocablo arepa la proporciona el italiano, Galeotto Cei en su Viaje y descripción de las Indias (1539-1553). ​

Historia

La arepa ya era preparada y consumida por los aborígenes en tiempos precolombinos en los actuales territorios de Colombia y Venezuela. Las costumbres alimentarias indígenas son vistas en platos criollos basados en maíz como la arepa.
La preparación de la arepa por estos pueblos fue resultado natural de la producción del maíz. El maíz era un elemento importante en la dieta de los indígenas. En estas regiones, se cultivaban diversas variedades de maíz; en el territorio actual de Venezuela, las tribus cultivaban nueve tipos de maíz “blanco, para asar, blanco y negro, maíz largo, color ceniza, y el llamado por los españoles maíz cariaco, mientras que los cumanagotos lo llamaban erepa.”
Las mitologías indígenas hacen referencias al maíz o a la mazorca y describen estos como una «ofrenda que los dioses hicieron a los hombres». José de Acosta, un viajero filósofo y jesuita español en el siglo XVI, contrastó la arepa con el pan y el casabe al decir que este es “más grueso y más cálido y engendra sangre.” También menciona que la arepa tiene forma “de un disco solar” y el budare es como “piedra o arcilla de sacrificio para el rito del primer pan.”​ Pedro Ruiz de Tapia, el contador del rey en Venezuela en 1548, señala que las arepas eran racionadas al pueblo; cada indio recibía tres arepas de maíz al día para el almuerzo y la cena.
Tradicionalmente, la preparación de arepas era realizada por las mujeres. En primer lugar, remojaban los granos de maíz, quitaban los cascos de los granos y molían los granos hasta hacer harina. Luego, la harina era mezclada con agua para crear una masa. Con la masa se amasaban bolas, las cuales eran aplanadas y cocidas hasta que el exterior de la masa estaba cocido. Para preparar arepas las mujeres metates para moler y triturar el maíz y budares (parrillas de barro cocido) para cocinar las arepas. Las arepas tenían un 1,5 cm de grosor y 10 cm de diámetro y un peso de unos 250 gramos.
Fray Pedro Simón, en sus Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales de 1626, registra el consumo de arepas en la actual Venezuela: